miércoles, 22 de abril de 2015

El 8,75.

Hoy Marta nos ha traido un 8,75 en Conocimiento del medio. Le hemos echo una fiesta en el coche su hermana y yo, hasta que nos ha soltado que estaba muy decepcionada.

Yo pensaba que el problema era que aún no se enteraba de que un 8,75 (que es casi un nueve), para ella igual era un suspenso, porque ya sabeis que para Marta las calificaciones numéricas no significan gran cosa.

Pero no, parece que ya sí que tiene claro que a partir del cinco la cosa está bien (en mi casa a partir del cinco es todo un éxito). El problema, es que ella se lo sabia muy bien y no entiende por qué sólo ha sacado esa nota.

Cuando le he pedido que me enseñe el examen, las dos hemos entendido el porqué de ese 8,75 (ya habreis notado lo feliz que me hace, que no dejo de escribirlo). 

Efectivamente, Marta había contestado muy bien a todas las preguntas de la primera cara del exámen. Y luego, al darle la vuelta a la hoja, al principio, seguimos con las repuestas legibles, pero a partir de la regunta 7, ya no se entiende nada de lo escrito. Pero nada de nada. 

Es más, cuando le he pedido a ella que me lo lea, me ha contestado con un:
- Imposible mamá. Esto no lo entiendo ni yo. Es que ya estaba tan cansanda de pensar y escribir que me dolia hasta el boli.

En fin, poco a poco.



Esto es lo que le encanta hacer a Marta ahora. Diseñar vestidos de fiesta. Lo que lleva la modelo en la mano es un micrófono. Aunque más bien parece un plátano con peluca.