lunes, 20 de abril de 2015

Jugar.

La semana pasada ha sido una locura de trabajo. 
Por eso, no he tenido tiempo para hacer entradas, mil perdones.

Hoy, os voy a hablar de los juegos.

Hace unos días, Beatriz se quejaba amargamente de que no tenía tiempo para nada, que cuando era pequeña se divertía más que ahora (sólo tiene 10 años).

Entonces, yo le dije que aunque es verdad que tiene mucho que estudiar, también tiene tiempo para ver videos de perros en el ordenador (nada más y nada menos que partos de cachorritos, o de vacas o caballos... Vamos, todo un espectaculo de la madre naturaleza que a mí me revuelve un poco el estómago, pero que a ella le entusiasma), o incluso, jugar a la tablet.

Pero ella seguía insistiendo en que no tenía tiempo de divertirse, que antes se divertía mucho más.

 Y entonces, le dije, que quizás el problema es que no dedicaba tiempo a jugar. 
Porque Marta, todas las tardes juega un ratito con sus caballos, o sus mini muñequitos mascotas o crea diseños con sus cuadernos de diseñar.

Y se quedó callada pensando. Y me contestó:
- Mamá, ya soy mayor para jugar.
- ¿Pero qué dices? Sólo tienes 10 años. Es la edad perfecta para jugar a un montón de cosas. 
- Pues los niños de mi clase ya no juegan, a no ser que sea al ordenador o con el móvil.
- Pero tu misma has dicho que ya no te diviertes, y eso es porque no juegas. Y a lo mejor los demás si juegan pero tú no te enteras.
- Bueno, puedo probar mañana a ver qué pasa.

Se ha pasado el fin de semana jugando con Marta y se han divertido un montón, hasta el momento en qué se pelearon claro. Y hacía muchiisimo tiempo que no jugaban juntas a nada.

El caso es, que da mucha pena, que los niños crean que con diez años ya son mayores para pasarse un rato tirados en el suelo jugando con la tonelada de juguetes que hay en todas las casas, imaginando mundos fantásticos y riéndose relajados, sin estar delante de una pantalla de lo que sea y del tamaño que sea.



 Por cierto, este juego es fantástico para los niños, a mis hijas les encanta.

Con todo esto,  no digo que el ordenador sea malo, pero para estar delante de una pantalla, ya tienen el resto de sus vidas. Y jugar, es una etapa más reducida. Bastante más reducida.