viernes, 10 de abril de 2015

Viernes.

Esta semana ha sido laaaarga y complicadilla. Pero al fin es viernes.
Y como nos ha costado llegar hasta aquí, vamos a divertirnos un ratito con las cositas que nos han pasado.

- Ultimamente, mis hijas, sobretodo Beatriz, se avergüenzan de mí porque dicen que hablo con todo el mundo (aunque no lo conozca) y que me rio de una manera muy escandalosa. Todo eso es cierto. Hablo mucho y me rio mucho, pero, cuando llevamos a Dora a la veterinaria, al salir les dije:
- Chicas, Victoria (la veterinaria), se rie tan alto como yo y habla tanto como yo, y os encanta.
- Pues si mamá - me dice Beatriz - pero no vivimos con ella.
- Pues os cae muy bien y os encanta venir. Pero a tí no te gusta que yo haga eso mismo.
- Ya, es que, te repito, que no vivo con ella, y me encanta como habla y se rie, pero no se viene a casa conmigo...

-  Esta semana he ido a una frutería nueva a comprar, y había mucha cola para pagar. Cuando me ha tocado pagar, las chicas que atienden me han dicho que si podía darles el importe cambiado porque se estaban quedando sin cambio. Yo, que por casualidad tenía el monedero a reventar de moneditas les he dicho que igual sí, que qué me daban si se lo daba todo bien cambiadito. Y ellas, me han contestado que me hacía la ola toda la fruteria . Después de buscar y sacar hasta el último céntimo, se lo he dado todo como si fuera el "Tío Gilito", y efectivamente, me han echo la ola hasta las abuelitas de la cola, provocando la carcajada general.
Nada más salir, Beatriz roja como un tomate me ha dicho:
- Mamá, no tienes remedio. 
- ¿Por qué? Si todo el mundo se ha reído y se lo ha pasado bien comprando fruta.
- Es que no sé lo que voy a hacer contigo. Tu no puedes ir a un sitio, entrar y salir y ya está....

Se ve que la adolescencia se aproxima a toda velocidad. O es verdad, y tiene razón mi hija, y no tengo remedio.


- Viniendo de la piscina, vamos las tres en el coche, y de repente Beatriz suelta:
- Madre mía, ¡como se caiga ese señor se le van a romper los huevos!
Me da un ataque de risa y ella me dice:
- Mamá, ¡que los lleva en la mano! y ¡sin tapa ni nada!



Hoy hemos festejado que es viernes pintando con pinceles.


¡ FELIZ VIERNES !